lunes, 7 de marzo de 2011

CARTA DE DESPEDIDA (Gabriel García Márquez). PARTE I.



  
 "Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso;
pero, en definitiva, pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas,
no por lo que valen,
sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
 perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan
y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario